La Semana Internacional de Estudios Medievales cumple cincuenta ediciones en 2024 y el apretado elenco de sus actas es testimonio inamovible de cuánto ha aportado al conocimiento, a la formación y a la proyección de esta entrañable ciudad. Un aniversario como éste invita, entre otras cosas, a la reflexión, y en particular a la relativa a nuestra propia materia de trabajo, los objetivos de la investigación, los horizontes de indagación. Pero también a considerar la percepción que, de nuestra tarea, tiene la sociedad, la recepción de nuestro trabajo, las formas de transferencia, de docencia y de proyección social. En resumen: el amplio abanico de temas y problemas que se abren ante nosotros en la actualidad. De ahí el título de una Semana que, con cincuenta ediciones a sus espaldas, este año quiere situarse, y situarnos, ante una parte, al menos, de estas inquietudes. De ahí el interrogante -sin preguntar no hay indagación-: ¿Qué Edad Media, hoy? Es decir: ¿Qué hacemos los medievalistas; qué nos preocupa; cómo lo trasmitimos; y a quién? ¿Cómo afrontamos los desafíos de la investigación? No se pretende con ello plantear una revisión historiográfica, sino sobre todo colocarnos ante un conjunto de realidades -y sus correspondientes retos- que, en gran medida, alcanzan también a otros campos de la Historia. Y contemplar variedad de escenarios; de formas de llegar a los diversos públicos, de construir. Así se han diseñado los tres bloques esenciales del programa: qué desafíos de carácter global; qué nuevas vías de investigación, qué públicos. Un punto de llegada, por tanto, pero, sin duda, también una reflexión para continuar en el camino.